Los gatos son conocidos por ser mascotas independientes y misteriosas, pero un estudio reciente sugiere que también pueden ser beneficiosos para la salud mental de los niños.

Según una investigación llevada a cabo por el Hospital Infantil Nacional de Washington en Seattle, los niños que crecen con gatos en el hogar son menos propensos a desarrollar problemas emocionales como ansiedad y depresión. El estudio encontró que los niños que vivían en hogares con gatos tenían menos probabilidades de ser diagnosticados con trastornos emocionales que aquellos que no tenían un compañero felino en el hogar.

Además, el estudio también sugiere que los gatos pueden ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales y emocionales. Los niños que interactuaban con sus gatos a menudo se sentían más seguros y cómodos al expresar sus emociones.

Aunque los gatos no son la solución a todos los problemas emocionales de los niños, los resultados del estudio sugieren que pueden ser una adición valiosa a la familia, especialmente para aquellos que buscan una mascota de bajo mantenimiento. Si estás considerando adoptar un gato y tienes niños en casa, este estudio podría darte otra razón para hacerlo.

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